El trato del personal fue excepcional y cercano.

Me encantó relajarme en el bar con terraza, disfrutando de las vistas después de esquiar. Las habitaciones eran bastante espaciosas y el personal siempre estaba atento, preguntando si necesitábamos algo más. El desayuno estaba bien, aunque creo que podría tener una mayor variedad. La cercanía a las pistas de esquí me facilitó mucho el acceso. Viviendo en Sevilla, puedo decir que este lugar es ideal para un viaje de invierno.

Falta de variedad en el desayuno|Insonorización de habitaciones

La ubicación es genial, cerca de las pistas, y disfruté del bar acogedor después de esquiar.

estaba como en casa, no tengo ninguna queja en absoluto

Increíble estancia en este hotel! ! Así que cómodo y limpio, ¡tal servicio atento y amable!

La ubicación es ideal, cerca de pistas con

un bus gratuito para bajar a Sextas. Disfruté de los bares y pubs del hotel, perfectos para relajarse después de un día de esquí. La atención del personal fue excepcional, pero el horario del desayuno podría ser más temprano para quienes esquían. En general, una buena experiencia.

Estuvimos en el hotel con toda la familia y mi padre. El almacenamiento para esquís fue genial, ya que pudimos guardar todo cómodamente. Además, el ambiente acogedor del bar hizo que las noches fueran perfectas después de un día en las pistas.

A mis hijos les hubiera gustado tener más actividades para ellos.

El trato del personal es excepcional, siempre tan atentos y dispuestos a ayudar. La limpieza es impecable, lo que me hizo sentir muy cómodo durante la estancia. Sin embargo, el desayuno podría ofrecer más variedad, y el acceso a las pistas podría mejorar, ya que la relación distancia y transporte no es óptima. A pesar de todo, es un lugar agradable para disfrutar unas vacaciones de esquí.

El hotel tirol tiene un trato excepcional del personal, muy amable y familiar. Además, está muy bien ubicado, a solo 8 km del famoso balneario de Panticosa. Me encantó que cada mañana ofrecen el parte de nieve y te recomiendan las mejores pistas para esquiar.

totalmente recomendable

Estuve en el Hotel Tirol durante tres noches con el grupo y me sorprendió la atención del personal. Siempre tan atentos y dispuestos a ayudar. La habitación triple que nos dieron era espaciosa y contaba con dos camas individuales y una de matrimonio. La cama matrimonial era de un confort increíble, pero las camas individuales tenían colchones demasiado blandos. al final del día de esquí, no descansábamos como esperábamos. Además, nos tocó en la última planta y no había persianas, por lo que la luz de la mañana entraba muy pronto. La ubicación del hotel es perfecta. está cerca de las pistas y hay un bus gratuito para bajar. La limpieza del hotel fue excepcional y pude disfrutar de un ambiente acogedor. Aunque había buffet de desayuno, faltó variedad, ya que diariamente había poco más que queso, jamón y pan. Me gustaría más opciones de fruta o algún tipo de tomate fresco. Sin embargo, el trato del personal siempre nos hizo sentir muy bien.

El bar era acogedor y la limpieza diaria fue impecable. Faltó un poco de variedad en el desayuno.

excelente atención pero desayuno mejorable

La limpieza del hotel fue excepcional y me sentí muy cómodo durante toda mi estancia. Además, la atención del personal era muy atenta y cercana, lo que hizo que me sintiera como en casa. disfruté de la variedad de opciones en las zonas comunes, perfectas para relajarse después de un día en las pistas.

El desayuno no ofrecía suficiente variedad.

El Hotel Tirol me sorprendió gratamente con su atención cercana y habitaciones impecables. Aunque el desayuno podría mejorar en variedad, la calidad fue adecuada. Me sentí como en casa y disfruté de la amabilidad del personal. Sin duda, repetiré la experiencia.

Ubicación perfecta, cerca de las pistas y con un bus gratuito que te lleva. El ambiente es genial y tiene varias opciones para relajarte después de un día esquiando.

Las camas individuales eran tan blandas que parecía que estaba durmiendo en nubes. no sé si eso es bueno o malo.

La habitación en el Hotel Tirol era brillante y espaciosa, con una distribución perfecta de las camas que facilitó un buen descanso tras un día de esquí. Además, el baño contaba con bañera y ducha, lo que fue ideal para relajarnos. La limpieza del hotel fue excepcional, y cada rincón estaba impecable.

Faltó variedad en el desayuno.